El Escenario

EL ESCENARIO

Esta tarde me he quedado sentado durante un rato en las escaleras de entrada al multicines. Había quedado con unos amigos para tomar café en una cafetería cercana pero, como siempre, había llegado pronto y aproveché esa hora de la tarde en que no se forman muchas colas para entrar en tropel a las salas. Simplemente, la taquilla estaba abriendo y no se veía ni un alma.

Me quedé sentado adoptando la postura de un verdadero espectador que ve pasar la vida delante de sus ojos sin ningún tipo de filtro. Un camarero que entra en un bar con una bandeja de vasos vacíos, un ejecutivo que va con un maletín, dos vecinas que se están saludando desde la calle, una bicicleta que pasa de un lado para otro,… actores de una misma escena. Y yo, contemplándolos.

Mientras los veo discurrir, me pregunto qué pasará por sus cabezas, qué preocupaciones tendrán, por qué están ahí, qué metas se han establecido en sus vidas… Da mucho juego sentarse en las escaleras de un establecimiento o en el banco de un parque y ver cómo todo fluye alrededor. Cuando uno realiza este ejercicio y ve que los demás tienen comportamientos parecidos a los suyos propios, se siente parte integrante del panorama.

Comienza a llegar un poco más de gente, y lo que antes era un silencio tan sólo roto por el breve saludo de dos personas ahora se torna en un constante barullo en aumento entre la gente que llega a la taquilla, las familias y los grupos de amigos que van a tomarse un café al sol y los coches que van inundando cada vez más la calle.

      Pero yo sigo allí, impávido ante el espectáculo que va adquiriendo otros tonos diferentes; levemente, las azoteas de los edificios pasan de un amarillo claro a un naranja fulgurante, indicando el ocaso del astro rey. Al mismo tiempo, la temperatura se va suavizando y un agradable viento juega con las hojas de los árboles.

De repente, siento que mi móvil vibra en mi mano. Mis amigos me esperan en la plaza que hay al lado. Debo levantarme y dejar mi puesto libre, pero me voy pensando que ante mí se ha desarrollado una película de la que ahora formo parte.

Roberto Martinez