miércoles, 9 de septiembre de 2015

HUMANIDAD, NO SUPLIQUES. TÓMALO

HUMANIDAD, NO SUPLIQUES. TÓMALO.


No soy responsable de tanto dolor, de tanta tristeza. Los hermanos sirios, no han tenido una buena mano de cartas. Es el capitalismo, los señores de la guerra perpetua, los que reparten de una baraja, siempre trucada. Tal vez, mañana, nosotros gentes del primer mundo, o eso dicen, vivamos también presos del terror, víctimas de la falta de compasión, de aquellos que crean fronteras, aquellas que nos separan, que nos dispersan. La dispersión es la mejor arma del poder. ¿Qué haríamos si no tuviéramos miedo? Acuno en mis brazos a todos los hermanos, los que ahora, lo han perdido todo, los que tienen la boca seca de suplicar pan y suelo, algo, que por derecho, les y nos corresponde. Pero también, les gritaría al oído: ¡Revolución! Tal vez, la del silencio. La más poderosa. Resistencia pasiva, desconcierto del poder. Sin súplicas. Por derecho.

Rosa Ayuso







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